Destacados científicos universitarios cuestionaron la conveniencia del proyecto de potabilización del agua del Río de la Plata tanto desde el ángulo ambiental como de soberanía nacional.
Víctor L. Bacchetta, en Sudestada 26/10/2022.
En la última semana, doce investigadores con doctorados en ciencias biológicas y de gestión del agua pertenecientes al Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales (IECA), de la Facultad de Ciencias, y al Centro Universitario Regional Este (CURE), de la Universidad de la República, dieron a conocer el informe «Principales temas ambientales del abastecimiento de agua potable en el sur del país».
El informe firmado por los doctores Marcel Achkar, Rafael Arocena, Luis Aubriot, Guillermo Chalar, Ismael Díaz, Carla Kruk, Javier García Alonso, Ofelia Gutiérrez, Mariana Meerhoff, Daniel Panario, Lorena Rodríguez Gallego y Franco Teixeira de Mello, reúne al conjunto de estudiosos e investigadores con mayor experiencia e investigaciones realizadas sobre la situación de la red hídrica del país.
Los científicos consideran que la gestión de los recursos hídricos y el abastecimiento de agua potable «es una emergencia de tal magnitud y complejidad que requiere de un análisis interdisciplinario a cargo de un equipo amplio de investigadores y técnicos» y convocan a miembros de todos los partidos, de la comunidad académica y de las organizaciones de la sociedad civil a una reflexión colectiva al respecto.
«El abastecimiento de agua potable en el sur del país, en particular en el área metropolitana, experimenta una creciente vulnerabilidad», consideran los referidos investigadores. De un análisis preliminar del funcionamiento del sistema ambiental, natural y productivo, integrando sus distintas dimensiones, deducen tres grandes ejes prioritarios de gestión que deberían integrar una estrategia país.
El primer eje prioritario surgido de ese análisis es mejorar el estado del ambiente de las cuencas usadas como fuente de agua potable, en particular la cuenca del río Santa Lucía. El segundo eje es consolidar mejoras en el sistema de distribución de agua potable en el área metropolitana de Montevideo. Y el tercer eje es priorizar el análisis de las limitantes ambientales involucradas en el proyecto Neptuno.
Bajo este nombre, un consorcio privado propone la extracción de agua del Río de la Plata en la zona de Arazatí, en el departamento de San José, para complementar el suministro de agua potable en la región metropolitana. Anunciado por el presidente de la República y defendido por altas esferas del gobierno, el proyecto Neptuno no ha sido sometido hasta el momento a la correspondiente evaluación ambiental.
Objeciones al proyecto Neptuno
«El proyecto Neptuno implica una enorme inversión para el país, y por ello, su sustentabilidad ambiental debe ser evaluada estrictamente y comparada con otras alternativas para complementar al río Santa Lucía como principal fuente de agua potable», sostienen los firmantes del informe y exponen los problemas que, en su opinión, amenazan la soberanía nacional en el acceso a agua de calidad.
Los investigadores señalan los siguientes inconvenientes del proyecto Neptuno:
i. El Río de la Plata si bien tiene un volumen prácticamente inagotable, está sometido a la contaminación de cuencas y efluentes sobre las cuales se carece de soberanía. La cuenca del Río de la Plata está formada por los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, que atraviesan el territorio de cuatro países: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
ii. A la contaminación actual se suma la que generará el nuevo emisario subacuático de la cuenca del Riachuelo de Buenos Aires, que se adentrará 12 kilómetros en el Río de la Plata, y que se encuentra en etapas finales de su construcción. En la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), Argentina no aceptó una evaluación ambiental independiente de este proyecto ni un control conjunto posterior con Uruguay.
iii. La salinidad del agua supera ampliamente los valores aceptables para ser potabilizados en forma concomitante con períodos de bajas precipitaciones en las cuencas del Paraná y Uruguay (eventos La Niña). Esto implica que durante unos meses del año, sobre todo en el verano cuando se reducen las lluvias, el agua extraíble en Arazatí no podrá ser potabilizada e incorporada a la red de OSE.
iv. La calidad del agua del Río de la Plata también está comprometida por intensas floraciones de cianobacterias tóxicas recurrentes en la zona. A esto se le suma la dinámica diaria de la biomasa de cianobacterias en la zona, gobernada por la dirección e intensidad de vientos y corrientes, lo que impone una gran variabilidad de la calidad del agua bruta para su tratamiento y el consecuente riesgo sanitario.
v. Cómo consecuencia, el Río de la Plata no es, ni puede ser considerado, una fuente infinita de agua para potabilización.
vi. La eventualidad de la construcción de un pólder para generar un reservorio de agua dulce para ser utilizado cuando existan intrusiones salinas en el Río de la Plata, implica con nivel de certeza un mayor desarrollo de floraciones de cianobacterias, por su escasa profundidad y el mayor tiempo de residencia del agua.
vii. La construcción del polder y de un ducto de traslado de agua hasta el área metropolitana de Montevideo, atravesará y puede afectar zonas costeras que aún mantienen ecosistemas de valor para la conservación de la biodiversidad.
viii. El aumento de temperatura por efecto del cambio climático se manifiesta en: a) mayor intensidad de vientos en verano, que pueden reforzar la entrada de agua oceánica, y provocar mayor prevalencia de una intrusión salina, y b) mayor riesgo de ocurrencia y duración de floraciones de cianobacterias tóxicas, como ya se está observando en Uruguay y otros lugares del mundo.